Los partidos de oposición en El Salvador continúan expresando su insatisfacción tras las recientes derrotas en las elecciones presidenciales y legislativas del 4 de febrero, así como en las municipales y del Parlamento Centroamericano (Parlacen) del 3 de marzo. Manuel Flores, el excandidato presidencial por el FMLN, no solo ha rechazado reconocer su derrota ante Nayib Bukele de Nuevas Ideas, sino que también ha criticado al Ministerio de Hacienda por la supuesta entrega tardía de fondos para la campaña, lo que, según él, impactó negativamente en su desempeño electoral.
En una entrevista con La Tribu FM, Flores mencionó que el Ministerio hizo el desembolso de una parte de la «deuda política» apenas cuatro días antes de las elecciones presidenciales y solamente dos días antes de las segundas elecciones. Atribuyó a la falta de recursos financieros la mala actuación del FMLN, que no logró obtener victorias significativas en ninguna de las contiendas. Según resultados oficiales, Flores consiguió 204,167 votos frente a los 2,701,725 de Bukele.
Claudia Ortiz, diputada del partido VAMOS, también señaló dificultades similares con los fondos para la campaña y sugirió que hubo fraude electoral. A pesar de estas alegaciones, observadores internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) han reportado que, si bien hubo retrasos y problemas logísticos por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), no se encontró evidencia de fraude que pudiera alterar la voluntad popular expresada en las urnas.
