La Asamblea Legislativa de El Salvador ha dado luz verde a un préstamo significativo de $84 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), marcando un paso estratégico hacia la modernización y eficiencia de sus operaciones portuarias. Este financiamiento está destinado al «Programa de Facilitación Comercial y Modernización de Operación Portuaria en El Salvador», una iniciativa que busca mejorar la integración del país en el comercio mundial, reducir los tiempos de operación en los puertos y optimizar el control aduanero.
La decisión, respaldada por 70 votos a favor en la sesión plenaria número 151, subraya el compromiso del país con el fortalecimiento de su infraestructura crítica en un momento en que la eficiencia logística se ha convertido en un determinante clave de competitividad internacional. El Salvador, ubicado en una posición geográfica privilegiada dentro de Centroamérica, juega un rol vital en el flujo de comercio y tránsito de mercancías y personas a nivel mundial, con dos puertos de alcance internacional: Acajutla en Sonsonate y Cutuco en La Unión.
Este financiamiento permitirá a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) realizar mejoras significativas en estos puertos, optimizando operaciones y fortaleciendo tanto la infraestructura como la tecnología empleada. Además, el préstamo apoyará a CEPA en la mejora de su gobernanza corporativa y la estrategia institucional, elementos esenciales para una reforma portuaria efectiva y para impulsar el crecimiento económico del país.
El puerto de Acajutla, en particular, ha demostrado un crecimiento constante en su volumen de carga, manejando 5,496,364.18 toneladas métricas en 2023, lo que representa un aumento del 4.40% con respecto al año anterior. Este incremento subraya la necesidad de una modernización y mejora continua para manejar eficientemente el creciente flujo comercial.
Este proyecto no solo beneficiará al sector portuario salvadoreño, sino que también repercutirá positivamente en el comercio internacional, facilitando un manejo más eficaz de la carga y reforzando el papel de El Salvador como un nodo logístico crucial en la región.
