La Campanera, conocida anteriormente por ser un bastión de la violencia pandillera, está experimentando una transformación notable hacia la paz y la cohesión social. La Asamblea Legislativa de El Salvador ha dado un paso decisivo al aprobar, con una mayoría de 73 votos, una ley especial que facilita la renovación de su casa comunal. Este esfuerzo se realiza a través de un acuerdo de comodato entre el Fondo Social para la Vivienda (FSV) y la alcaldía de Soyapango, permitiendo a esta última gestionar el inmueble durante 99 años.
El proyecto de reconstrucción, que se llevará a cabo en siete lotes valorados en $24,000 donde actualmente se ubica la casa comunal, promete convertir el espacio en un núcleo de actividades culturales, deportivas, sociales y otras iniciativas orientadas a la prevención de la violencia. La financiación para este proyecto provendrá de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), señalando un esfuerzo coordinado para la reconstrucción de comunidades y la lucha contra la violencia que anteriormente las asolaba.
La implementación del régimen de excepción, aprobado también por la Asamblea Legislativa, ha permitido al gobierno del presidente Nayib Bukele tomar medidas significativas para el rescate de las comunidades afectadas por las pandillas, marcando el inicio de una nueva era de paz y seguridad.
La iniciativa no solo revivirá la casa comunal como un lugar de reunión y actividad para La Campanera y las colonias circundantes, sino que también contribuirá a recuperar la plusvalía de la zona, que había disminuido debido al control pandillero. Este cambio representa un paso adelante hacia la desestigmatización de Soyapango, un área que históricamente ha enfrentado desafíos significativos en términos de empleo y calidad de vida debido a la presencia de pandillas.
Los legisladores, como la diputada Ana Figueroa y el diputado Francisco Villatoro, subrayan la importancia de las medidas de seguridad implementadas por el presidente Bukele y el respaldo legislativo como elementos cruciales para el éxito de estos proyectos de reconstrucción y cohesión social. La comunidad de La Campanera, ahora en el camino hacia la recuperación y el desarrollo, es un testimonio del compromiso de El Salvador con la construcción de un futuro más seguro y unido para todos sus ciudadanos.
